domingo, 7 de diciembre de 2014

#YaMeCansé

Personas que se sienten indignadas y preocupadas por el país, su mal gobierno, la corrupción, su economía y los asesinatos a inocentes, personas que no encuentran a otros culpables más que a El Presidente de la república y a una televisora que “controla" a su antojo y conveniencia todas las decisiones que se toman, pseudorevolucionarios de escritorio y sillón, valientes guerreros de hashtag, orgullosos mexicanos libres, esclavos de las empresas globalizadas, consumidores de estupefacientes y hierbas medicinales, personas que culpan del caso Ayotzinapa a Enrique Peña Nieto, esas que tal vez no saben que esos normalistas solo fueron daños colaterales del narcotráfico, ya que en México el poder más alto no lo tiene el presidente, sino los cárteles.

Vivimos en un país en donde no podemos confiar en ningún poder porque todo está controlado, donde tenemos una libertad entre comillas, como en todo el mundo. Pero, ¿quién le dio ese poder al narcotráfico? ¿quién puso en bandeja de plata a nuestro México? Nosotros, cada vez que compramos piratería, sustancias prohibidas o animales exóticos. Y tal vez digamos «Yo nunca he hecho eso», pero también cooperamos en darle en la madre al país de diferentes formas, como cada vez que ofrecemos mordidas, no pagamos impuestos o cometemos actos ilegales. Nosotros hemos sido por años los que han llevado al caos este país, pero como siempre, nos gusta deslindarnos y buscar culpables, cuando basta con mirarse al espejo para encontrarlo. En la educación de igual forma existen muchos incansables que a diario se la pasan criticando el pobre plan de estudios que maneja México, esas personas que quieren comparar la educación que aquí se brinda con la de otros países de primer mundo (cosa que es válida) alegando que el gobierno malgasta los recursos y no apoya la educación de calidad, pero son esas mismas personas las que al final de cada semestre/cuatrimestre se la pasan rogándole a los profesores que les redondeen ese 5.4 a 6 con tal de pasar. O bueno, tal vez nosotros nunca hemos hecho nada de lo mencionado anteriormente, pero conocemos a alguien que sí y aún así, no hacemos nada por ayudarlo a cambiar.

Entonces, ¿Por qué culpamos al gobierno o a Televisa de todo lo malo que hay en el país? La respuesta es simple y obvia, porque nosotros no pensamos, solo repetimos opiniones de extraños, no tenemos un verdadero punto de vista, nos dejamos guiar por lo que “alguien" dijo y como loritos, lo repetimos, repetimos y repetimos. No sé ustedes, pero yo también #YaMeCansé, ya me cansé de escuchar a gente quejándose, planeando un gran cambio en el país cuando el mejor cambio que pueden hacer es consigo mismos, me cansé de ver lo ridículos que son culpando al gobierno de lo que es culpa de todos, de ver como se rasgan sus prendas ofendidos por algo que nosotros ocasionamos. Pero bueno, a fin de cuentas, esta es mi simple opinión.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Así Pasa El Día Aquí

Hay días en los que despierto con ganas de tirar la toalla, olvidarme de todo, olvidarme de ti. Olvidar el momento en el que me fijé en alguien como tú, olvidar todas las palabras que preferiste escribirme por temor a mirarme a los ojos, olvidar tu aroma, tus ojos, tus besos que me vuelven loco.

También hay días en los que el simple hecho de pensar en ti es un infierno, una tortura, una maldita cruz. Días en los que no soporto nada de ti, ni de tus estupideces. Días en los que tiendo odiar cada frase que pronuncian tus labios, cada palabra que escriben tus manos, cada mirada, cada sonrisa, todas y cada una de tus manías.

Hay días en cambio, donde te extraño, donde extraño cada conversación que tuvimos y pienso en todas las que pudimos tener. Días en los que extraño tus preguntas bobas, sin sentido, tu humor ácido e irritante, tu risa poco discreta, la forma de ver el mundo muy a tu manera.

Tengo días en los que quisiera ser yo el que despierte a tu lado, el que te diga cuán bella eres, ser aquel que se refleje en tus ojos, el que te diga que todo está bien aún cuando no sea así, ese que descubra en ti un tesoro, ese que este a tu lado cuando sientas que todo se desvanece, el que te ame sin medida sin importarle lo que los demás piensen.

Entonces llegan esos días, los días en los que caigo en mi realidad, en los que despierto y me doy cuenta que no te tengo y tal vez no te tendré. Días en los que me doy cuenta que a lo mejor no te importo, que tal vez no buscas alguien como yo, que probablemente yo no pase ni por tu mente.

Días en los que pienso que mientras yo busco palabras para demostrarte que te extraño, te cuido e imagino un futuro contigo, tú tal vez ni siquiera estás al pendiente de lo que escribo.